VÍNCULOS en tiempos de PANDEMIA

Si tengo que pensar en una frase que redunda en las conversaciones de la gente puedo afirmar que ""no se soporta más" es la que se lleva todos los números. Y¿que es lo que no se soporta más? me atreví a preguntar. Se plantea un silencio cuando hago la pregunta, pero luego de unos segundo y una inspiración profunda, salen varias ideas al respecto.

En medio de esta emergencia sanitaria por covid-19 parecería ser que en muchos lugares del mundo se ha incrementado la solicitud de divorcios debido al gran tiempo de confinamiento. Entonces surge indefectiblemente la inquietud ¿Qué es lo insoportable de la pareja en confinamiento? ¿Qué soportes pasaron a ser “in” soportables? ¿Qué soportes dejaron de “em-parejar”? Difícil responder a esto, ¿verdad?Cada pareja tendrá sus soportes y, su insoportable, que seguramente no son de ahora, si no anteriores a la cuarentena, que se han exacerbado en este confinamiento; aunque es indudable que lo insoportable de la pareja, remite a lo insoportable de cada uno. A pesar de esto, es posible presagiar que antes de la emergencia sanitaria “el equilibrio” aparentemente estaba armado por la calle, o por un “fuera” de casa, un cable a tierra donde se mitigaban las tensiones, excitaciones, tales como el trabajo, el ocio, los amigos, en fin, todo aquello que “agrandaba” el espacio o la distancia con el Otro, y que la cuarentena ha hecho dudar o consistir al fantasma. Un fantasma hace existir a ese Otro: como una cárcel, como control, como amo. Se completa así el drama escenificado: prisión-prisionero, velando el goce del Uno solo, y que no cambiará a menos que nos pongamos en análisis.