DEPRESIÓN y embarazo
- analavin1
- 30 jul 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 30 sept 2020
El embarazo puede ser un momento de alegría... y de estrés. Las investigaciones sugieren que alrededor del 7 % de las mujeres embarazadas experimenta depresión durante el embarazo. Las tasas podrían ser más altas en los países de ingresos bajos y medios.
La depresión, un trastorno del estado de ánimo que provoca un sentimiento persistente de tristeza y pérdida de interés, es el trastorno del estado de ánimo más común en la población general. La afección ocurre con el doble de frecuencia en las mujeres que en los hombres, y la aparición inicial de la depresión alcanza su punto máximo durante los años reproductivos de la mujer.
Algunos síntomas de la depresión, incluidos cambios en el sueño, el nivel de energía, el apetito y la libido, son similares a los síntomas del embarazo.
Las mujeres también pueden ser reacias a hablar con sus médicos sobre los cambios de humor durante el embarazo, debido al estigma asociado con la depresión. También hay una tendencia a centrarse más en la salud física de la mujer durante el embarazo que en la salud mental.
Algunos factores de riesgo de depresión durante el embarazo son:
Ansiedad
Estrés
Antecedentes de depresión
Apoyo social deficiente
Embarazo no buscado
Violencia íntima de pareja
Los signos y síntomas de la depresión durante el embarazo son los mismos que los que se presentan con la depresión en la población general. Sin embargo, otras pistas que podrían indicar depresión durante el embarazo incluyen las siguientes:
Ansiedad excesiva acerca del bebé
Baja autoestima, como sensación de no estar en condiciones para asumir la maternidad
Incapacidad de sentir placer con las actividades que generalmente son divertidas
Respuesta deficiente al consuelo
Cumplimiento deficiente del cuidado prenatal
Fumar, beber alcohol o usar drogas ilícitas
Poco aumento de peso debido a una dieta deficiente o inadecuada
Pensamientos suicidas

Algunas investigaciones sugieren que los episodios depresivos ocurren con mayor frecuencia durante el primer y tercer trimestre.
Si tienes depresión y no recibes tratamiento, es posible que no obtengas la asistencia prenatal óptima, que no incorpores los alimentos saludables que tu bebé necesita o que no tengas la energía para cuidarte. A la vez, estás expuesta a un mayor riesgo de sufrir depresión pos parto y de que te cueste establecer lazos afectivos con tu bebé.
Según la gravedad de la depresión, las opciones de tratamiento podrían incluir psicoterapia, o antidepresivos y psicoterapia.
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